Francisco Ramos y Consuelo Villar, candidatos del Grupo Socialista a la Mesa de las Cortes

Ángel Villalba sigue en su puesto y ,lejos de quedarse callado y tranquilo hasta que decida dimitir por vergüenza torera y dignidad castellana, ya ha colocado a algún amigo en puestos importantes para que cuando tenga que pirarse pueda así dejarlo todo atado y bien atado, como el caudillo. El año perdido para recuperar el poder en Castilla y León ha dado comienzo con los nombramientos para la mesa de las Cortes, donde Paco Ramos, la mano derecha de Villalba que debería tomar el mismo camino que su jefe cuanto antes, ha visto premiada su labor por redactar (él solito) el programa electoral que tan enorme apoyo popular y emoción a raudales despertó en las pasadas elecciones. Comienzan así los 365 días, o más, que pasaremos entre rumores de sucesión, coletazos de un Villalba enfadado con el mundo y un electorado al que ya solo podemos pedirle que nos perdone, porque no sabemos lo que hacemos.